Víctor Martínez une el son y el blues en Oaxaca
- Subterráneos
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Ildefonso López / Subterráneos
Fotos: Cuauhtli Vargas

Oaxaca de Juárez, 21 de agosto de 2025. Finalmente, y pese a las adversidades, se llevó a cabo el esperado concierto de Víctor Martínez, “Innovación”: El Son y el Blues en Oaxaca”, en el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO).
El camino no fue fácil: entre recortes presupuestales y mínima participación institucional, el evento estuvo a punto de naufragar. La única aportación oficial consistió en la sede, confirmada apenas 24 horas antes, y un presupuesto reducido en un 70%.
Aun así, la música venció los obstáculos. Ante un centenar de asistentes, Víctor Martínez, con su inquebrantable compromiso profesional, llenó de vida el recinto. Mientras, a escasos metros, el equipo de Rubén Blades realizaba pruebas de sonido para su propio concierto en el Zócalo, lo que imposibilitó tocar en ese escenario, por lo que el antiguo edificio que alberga el Museo de los Pintores Oaxaqueños, se convirtió en el epicentro de una travesía musical.
Acompañado por Ornel Jiménez (bajo), Juan Cruz (piano), Juanito Márquez (percusiones), Héctor Díaz (guitarra) y con la participación especial de Felipe Souza, Víctor Martínez y su banda nos guiaron en un recorrido sonoro que partió desde Sudamérica hasta la Costa Chica, con las chilenas, para después llevarnos al Mediterráneo con la melancolía de las peteneras. De ahí navegamos hacia el Delta del río Misisipi y Nueva Orleans, donde el ragtime y el blues nos envolvieron, hasta llegar a Memphis, cuna de Elvis Presley, Aretha Franklin y B.B. King, con las notas de La Fiesta. El viaje continuó de regreso por el Golfo de México hasta el puerto de Veracruz con un danzón, para culminar inevitablemente en un cierre profundamente oaxaqueño con el Blues de la Arquidiócesis: un homenaje entrañable a esta bella ciudad, cargado de recuerdos y nostalgias.
El público respondió con entusiasmo, celebrando la calidad de un concierto que, pese a los inconvenientes, dejó claro que el talento local merece más apoyo del que las autoridades acostumbran brindar.
Un compositor con raíces y visión
Con más de cuatro décadas de trayectoria, Víctor Martínez ha forjado un camino singular en la música. Su obra se nutre de la poesía lírica y popular, sostenida en la constancia, la autocrítica y la pasión. “No hay un manual para ser artista —ha dicho—, la técnica se puede aprender en escuelas o talleres, pero el verdadero oficio se construye con disciplina, sensibilidad y estudio permanente”.
Para Víctor Martínez, el arte es técnica, la cultura es la manera de percibir el mundo y la tradición es arraigo y pertenencia. Su música se alimenta de la poética y la filosofía, donde enlaza sentir, saber y hacer. Se define como un creador de “literatura cantada”, guiado por lo que llama “la lírica de la imaginación”, en la búsqueda de una canción vital que haga tanto sentir como pensar.
En el MUPO, Víctor Martínez volvió a demostrar que es, en esencia, un compositor que piensa y siente, un artista que, a pesar de las piedras en el camino, insiste en tender puentes entre tradición e innovación, entre el son y el blues, entre Oaxaca y el mundo.