Primero Sueño en Puebla

Beto Vergara / Subterráneos

Ópera procesional, rito urbano y despliegue simbólico

Puebla, Puebla; 11 de diciembre de 2025: La llegada de Primero Sueño a Puebla convirtió al Zócalo y al atrio de la Catedral en un espacio escénico expandido, donde música, danza y arquitectura dialogan en una misma realidad. La obra, creada por Magos Herrera y Paola Prestini y llevada inicialmente a escenarios como The Met Cloisters en Nueva York, encontró en el centro histórico poblano una de sus adaptaciones más abiertas al público y más resonantes a nivel simbólico.

La presentación mantuvo el carácter procesional que define al montaje: un selecto grupo del público siguió a Magos Herrera en un recorrido alrededor del Zócalo, acompañada por otro grupo de mujeres que avanzaban detrás de ella en un tono entre litúrgico y ceremonial. Desde el inicio, Herrera mostró un performance distinto al habitual: además de su voz (cálida, precisa, reconocible), la artista incorporó actuación y movimiento, dando a su presencia un matiz casi ritual.

A su regreso al atrio, la escena cambió de tono. Un danzante azteca la esperaba para danzar juntos, un breve intercambio corporal que inició con cierta cautela pero evolucionó hacia una interacción más libre. Para entonces, las mujeres que la acompañaban ya no rezaban: ahora bailaban. Esa transición las acerca a la imagen de las ménades, (las bailarinas de Baco), encarnando una energía colectiva que contrasta con el silencio  de la Catedral.

Ya de vuelta al atrio, la ópera toma su forma más visual. Un videomapping monumental cubre la fachada con símbolos: ojos, pirámides, figuras geométricas, ángeles de líneas fracturadas. Herrera danzó entre estas proyecciones, dialogando con el imaginario visual mientras el poema de Sor Juana se desplegaba en capas musicales y escénicas. El momento más intenso llega tras esta travesía simbólica, la artista se desploma en escena, preguntándose, preguntándonos ¿qué es realmente lo que se sabe después de un viaje así? ¿qué queda del sueño, del rito, del aprendizaje?

La función deja la sensación de haber presenciado un rito colectivo más que una simple representación artística. Primero Sueño no solo recupera la voz de Sor Juana; la resignifica en un territorio donde el público, la ciudad y la artista se convierten en participantes de un mismo proceso. Una obra que no ofrece respuestas, sino un abanico de emociones y cuestionamientos que siguen resonando mucho después de que la procesión termina.

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