Crazysaurios en Foro Karuzo

Del Cretácico Tlaxcalteca a la Postmodernidad poblana

Beto Vergara / Subterráneos

Crónica

No sé en qué momento se pasó la página. Hace pocos años me llevaban mis padres a conciertos, el primero fue el de Los Patita de Perro, un 8 de diciembre en el callejón del Carolino. De ahí vinieron muchos otros: Stanley Clarke en el Palacio de los Deportes, Óscar Chávez, Eugenia León, Magos Herrera, Molotov, donde mi papá salió con el cuello esguinzado, entre muchos otros foros y tokines. Ahora, soy yo quien lleva a dos sobrinas a un concierto de ska.

El foro es pequeño, el Karuzo, pero tiene esa energía que solamente se siente cuando la música está a unos metros de ti. Crazysaurios, banda de Tlaxcala, transforma el espacio en una fiesta de ritmo y carcajadas. No hay Mosh, más bien algo parecido a un Pogo, saltos, en el público, máscaras de dinosaurios de cartón, papás que se miran entre sí recordando los festivales a los que iban hace veinte años, y niños que apenas empiezan a construir sus propios recuerdos sonoros.

Ahí, entre risas, burbujas de jabón lanzadas con una pistola, trompetas tambores y cuerdas, pienso Que quizá el ciclo no se repite, sino que se reinventa con cada generación que se atreve a bailar sin saber todavía el nombre del ritmo, que la música no se hereda: se comparte en una conexión atemporal, y así ha sido desde siempre, como a mis papás los llevaban a ver conciertos mis abuelos, y a ellos mis bisabuelos y así desde que la humanidad descubrió la música con el ritmo del rugido de los dinosaurios.

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