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Artwork: Paramount films
Se proyecta la película One Love
Hugo Cabrera / Subterráneos
Puebla, Puebla; 20 de enero 2024. En las salas de cine en todo México se exhibe la película Bob Marley, titulada en inglés One Love, basada en la etapa de autoexilio del cantante jamaiquino, cuando después de un atentado decide irse a vivir a Inglaterra.
Comencemos por decir que una película puede tener como fin el entretenimiento, y no precisamente tiene el objetivo de documentar la verdad. En la narración de hechos se exalta al personaje, se estiliza y se construye un Marley pulcro, mesiánico, idealista y casi perfecto. Sin embargo, más allá de la ficción, en One Love se rescatan varios hechos narrados que incitan a cuestionamientos y reflexiones.
El audiovisual narra a un Marley en la década de finales de los años 60s, en contextos paralelos, en Inglaterra, con el movimiento punk y en Estados Unidos la música disco. Ahí el discurso de sus canciones, que predicaban unidad social y un total de la filosofía Rastafari. En ello, un artista incómodo para los gobiernos de la época, influyente de opinión, envidiado por su capacidad de convocatoria y formador de un público crítico, cosa que desde hace mucho no sucede en la industria de la música.
One Love está lleno de canciones que justifican cada hecho en la vida de Bob Marley: “Dont woman no cry”, su relación íntima. “Exodus” su momento de exilio. “I shot the Sherif”, la situación política; y es que para Marley y otros músicos de esa época, era tan importante la forma o habilidad para ejecutar un instrumento, que el pensamiento y postura política ante la vida. Se estaba enterado y se actuaba. Otro asunto que ya es poco visto en los compositores: la falta de un discurso crítico contestarío.
La vida de Marley fue corta, murió a los 36 años; sin embargo, su obra fue trascendente, un complemento al pensamiento Rastafari. Sus canciones una perfecta oración que acompañan a los negros que habitan en cualquier parte del planeta. Entre las prácticas del ser Rastafari, un culto que se basa en el afrocentrismo, guiados por pensamientos salomónicos judeo-cristianos, está la meta de escuchar a Bob Marley.
Si de algo puede servir traer a la memoria a Bob Marley a través de una película, es para marcar una seria distancia con algo llamado reggaetón y del cual hay poco que decir.
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