Baladas tristes de Iván García y Los Yonkis

Javier Cameli / Subterráneos

"Ven despacio y en silencio que me estoy enamorando"

Puebla, Puebla; 28 de agosto de 2025. Es jueves 21 de agosto y el sonido de una noche de lluvia torrencial que Iván García y los Yonkis armonizan con unas cuantas baladas tristes. De esas que provocan, que mueven entrañas y que hacen que en el ambiente flote algo de melancolía, emoción y deseo por encontrar a ese alguien que solo he visto una sola vez.

Iván García un cantautor poblano que están en peligro de extinción, un rockstar en toda la extensión de la palabra, aquel que se preocupa por su atuendo, el que combina con el tatuaje de telaraña que lleva en la mano con la que rasga la guitarra, de aquellos que siguen en pie de lucha entre el abismo del rock y una escena mediática.

Los sonidos suaves que emergen de los arreglos, pasan desde el rock, el blues y los valses hasta llegar al country para mezclarse con el lenguaje que malabarea con frases crudas y poéticas que han ido perfeccionando desde el año 2009, llenan cada rincón del foro Beat 803. 

Un recital lleno de euforia, pero sin saltos, sin los tradicionales empujones dentro del slam desmesurado, no vuela la cerveza, vuela el eco de los fuertes aplausos y se elevan los vasos en señal de brindis al último sonido de la melodía.

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