9º Encuentro de Voladores

Unión desde la danza

José F. Corte / Subterráneos

Puebla, Puebla; 4 de septiembre de 2025. Se realiza el noveno encuentro nacional de danzantes de voladores del 28 al 31 agosto, con participantes de las culturas: nahuas, teenek, ñha-ñhus, mazahuas y totonacas, donde más de 400 danzantes se reúnen para convivir e intercambiar saberes durante cuatro días consecutivos en las tierras de la Sierra Norte de Puebla, Yohualichan y Cuetzalan. 

Los vuelos compartidos entre culturas fueron la principal atracción, ver diferentes vestimentas y edades en un mismo vuelo es algo único e irrepetible. Los distintos trajes según la región cultural dan carácter a la festividad. Todo dirigido desde la voz del volador nahua Arturo Díaz, presidente del Consejo Estatal de Voladores de Puebla, anfitrión de este encuentro. 

Ninguna comida faltó para todas y todos los asistentes que vinieron de lejos, desde el mole hasta el café de estas alturas, fueron las dádivas de los anfitriones. La convivencia y el ambiente lo da la flauta y el tambor, los círculos gigantes de danzantes entremezclados son la energía del encuentro. 

Cada día, después de desayunar muy temprano, se dan los vuelos según el orden escrito, algunas charlas magistrales a boca de expertos y la comunidad que siempre apoya a la danza. Regalos como libros, juegos de mesa y mapas gigantes se obsequian a los participantes. Al mediodía llega el mole, después de una charla de sobremesa, se organizan en círculos de palabra entremezclando culturas y edades dando la voz a cada una para escuchar el punto de vista desde cada territorio y sentimiento. La tarde termina, obviamente, con danza, sonido y movimiento por todos lados, los vuelos fuera del protocolo de los anfitriones coronan la noche, los voladores Nahuas son reconocidos por sus vuelos de riesgo: entre más peligroso más hermoso, dicen. La ofrenda es la vida.   

Los Totonacas presentaron dos danzas conjuntas: Voladores y Guaguas, danzas hermanadas, que según la tradición se danzan al mismo tiempo. El mito contempla que mientras los Voladores traen las bendiciones del cielo, los hermanos Guaguas abren la tierra para su recepción. 

La crítica de aquellos que no asistieron es la homogeneización de las culturas, y pues sí, aquí todos arriesgamos la vida en la danza. La foto de los políticos no faltó, pero tampoco importó. Podrían criticarse las metodologías cuadradas desde el gobierno. Ayudaría la inclusión de la academia y sus nuevas formas de investigación acción participativa. Lo importante es reunirnos, organizarnos, reconocernos. 

Las charlas comunes, la experiencia de estar y ver diferentes trajes, lenguas, danzas y sones entrelazados llena el ímpetu de unidad desde la danza. La ofrenda es común, los dioses eternos, la vida es efímera. 

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Voladores Cacatecuauhta Cuetzalan

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