Ildefonso López/Subterráneos
Puerto Escondido, Oaxaca. 02 de marzo de 2022. Zebra inició en 1977, durante 3 años su estilo musical no estaba definido, hasta que en 1980 quedó integrado finalmente por: Miguel Ángel Cabrera guitarra y voz; Arturo Cabrera batería y voz, Edmundo Cabrera bajo y coros.
En esta nueva alineación familiar se inclina más hacia el Power Trío, con mucha influencia del Heavy Metal, pero también con sonidos mexicanos, como lo había hecho, Nuevo México, Dugs Dugs y Toncho Pilatos.
Una de las cualidades de los hermanos Cabrera fue la autogestión para organizar conciertos en la Ciudad de Puebla y traer grupos como: Enigma, Nuevo México, las Insólitas Imágenes de Aurora, el Tri, Luzbel, Mara, Next, Transmetal y todo el abanico de grupos desde los setentas hasta los noventas, fortaleciendo la escena en la Ciudad de Puebla.
Fueron los primeros en grabar un disco de larga duración de rock en Puebla en 1984.
Ellos abrevaron las primeras notas desde la casa, eran hijos de un mariachi, Filemón Cabrera trompetista muy conocido en el medio, habían crecido oyendo música tradicional, pero el rock los atrapó como a muchos de nosotros que veníamos de escuchar lo que se oía en casa.
Con el regreso de nueva cuenta de la Banda Zebra a su propio espacio La Jungla de Asfalto, nos dimos a la tarea de localizar a Edmundo Cabrera a través de Adolfo Ortiz de la banda Hikuri, para que nos hablará de la historia de la banda más emblemática de los años ochenta y noventa en la Ciudad de Puebla
¿Fue difícil romper con la tradición familiar al inclinarse al Rock?
“No, de hecho aun sigo con esas enseñanzas, mi padre me enseñó a trabajar y a saber que no importa el género musical, lo más importante es saber recibir la música y sigo todavía con la onda del mariachi”
¿Cómo llegó el gusto por el rock?
“Llegó desde muy chavos porque mi hermano Miguel ya sabía tocar la guitarra y mi papá se lo llevó a México para que trajera el dinero para el gasto, iba los fines de semana, pero mi papá lo puso a tocar. Mi hermano iba y venía, él nos comentaba que veía carteles de eventos de rock y que le gustaría ir a uno de esos eventos, nos dijo: -“Deberíamos de ir”- y nos fuimos, aprovechando que mi papá estaba allá, él nos apoyaba en todo, nos fue muy bien; fue en el “Teatro Ferrocarrilero”, tocaron Dugs Dugs, Toncho Pilatos, Nuevo México, Three Souls; fue una experiencia fabulosa y desde ahí quedamos atrapados, nos encantó ese género y sobre todo la forma como manejaban los ritmos Toncho y Nuevo México, tenían un ritmo similar al del mariachi. Dijimos esta es nuestra música y esto es lo que vamos a tocar”.
“En nuestros inicios tocábamos covers, compramos los discos y nos pasábamos en la casa escuchándolos
¿Cómo surgió la idea de llamarle Zebra a la banda?
“En el 76 o 77 estudiamos Arturo y yo en la secundaria del Chamizal, nos decían zebras, porque nuestro apellido es Cabrera, primero fue cabras y no faltó quien nos llamara zebras, así se nos quedó”
“Cuando nos íbamos a presentar la primera vez, no teníamos nombres, estuvimos pensando en muchos nombres como; raíces y no recuerdo que otro y mi mamá nos dijo: póngale como les dicen en la escuela, pónganle Zebra”
¿ Cómo fue el inicio de la banda?
“Nuestra primera tocada fue en 1978 en una tardeada en las “Quince letras” alternamos con los Zapatas & Hot Rats en la colonia Libertad, pero para 1980 ya estábamos bien consolidados”.
“Después de nuestra presentación vinieron cosas muy buenas. Se escuchaba la música disco, era música muy buena, la tocábamos antes de empezar a tocar rock”.
Los espacios públicos como los cafés han jugado un rol muy importante en las sociedades urbanas sobre todo en la oferta de música para todos los gustos y sobre todo una fuente de empleo, aquí la historia del Flavius, cuyos dueños fueron el señor Flavio Ortega Trejo y la señora Maria Luisa Canan Sierra:
“Había un café en el centro ‘El café danzante’ en la calle 12, había música viva y era música de discoteque, fuimos a pedir una oportunidad, nos aceptaron porque tocábamos esa música, ahí dilatamos mucho tiempo, solo se vendían refrescos, sándwich, helados, cafe; era un ambiente sanisimo, con los años se convirtió en el Flavius ya fuimos metiendo canciones de rock, y de nosotros. No sé en qué momento el Flavius ya era puro Rock”.
Esos años fueron muy intensos, había muchas tocadas, empiezan las primeras creaciones y los primeros planes para grabar. ¿En qué año entran por primera vez a un estudio?
“Si mira por el 79 más o menos , fuimos a México a grabar un demo, con dos canciones originales ‘Madre Soltera y Vagabundo’, nos llevamos algunos instrumentos autóctonos, a mis hermanos para hacer coros y todos los instrumentos en autobús de la Estrella Roja, fue una locura porque estábamos muy ilusionados con grabar un disco y nos dimos a la aventura. En el estudio de los Socios de Ritmo grabamos, con una fuerte influencia del rock mexicano, mucha gente nos decía: suenan como Toncho Pilatos, suenan como Nuevo México, ¡oye para mi es honor!, porque era lo que queríamos; sonar a Rock Mexicano, ya después poco a poco fuimos agarrando nuestro estilo, nuestro poder. Esta fue nuestra primera grabación”.
En 1981, hicimos otro demo; con rolas que incluimos en el primer disco y en el segundo.
En 1984 entramos a grabar nuestras primeras diez rolas, ya dándole nuestro sello”.
“Después de grabar nuestro disco no lo sacábamos todavía teníamos en demo y nos aventuramos a irnos a una gira muy larga; empezó en Puebla y terminaba en Baja California, con Capulina, el cómico actor, nos presentaron con él y quería un grupo chico para acompañarlo en su show, fue una experiencia muy bonita, nos la pasamos muy bien, pero ya no pudimos seguir más adelante por falta de papeles y nos tuvimos que regresar”.
¿Cuándo fue el encuentro con Alfonso Guerrero más conocido como Toncho Pilatos?
“A nuestro regreso decidimos pasar por Guadalajara donde teníamos a un familiar, y dice mi hermano: oye pasamos a ver al familiar y vamos a visitar a Toncho Pilatos para platicar; ya estando en Guadalajara vemos cómo está, cómo se encuentra, igual nos conecta con algún empresario para hacer algunas presentaciones.
Llegando a la casa de Toncho, ¡qué sorpresa!, resulta que en Guadalajara estaba muerto el movimiento, Toncho estaba sin grupo; nos recibió muy bien platicamos y le dijimos porqué no hacemos algo, nosotros nos sabemos tu rolas, te acompañamos y hacemos algunas presentaciones, quedó muy contento con esta idea, aceptó y al otro día estábamos ensayando en su estudio.
Hicimos presentaciones en Guadalajara y Aguascalientes, después le propusimos venirnos a Puebla ya que conocíamos muy bien el terreno, además éramos empresa, con la nueva presencia de Toncho Pilatos al frente, le pareció muy buena la idea, se vino con nosotros con todo y familia.
En el estudio de nosotros ensayamos, hicimos muchas presentaciones. Empezamos a montar canciones para grabar un disco, hicimos cosas muy buenas. Por problemas familiares Toncho tuvo que regresar a Guadalajara y todo quedó ahí.
Mucha gente me pregunta: ¿tienes algo, fotos, alguna grabación?. No tengo nada porque todo está en mi mente, en el recuerdo porque nunca pensé que esto fuera a ser algo tan bonito, ¿no?, como haber acompañado a un gran personaje, pero para mi fue una gran experiencia, maravillosa, haber estado con él y tenerlo al frente. Fue una persona única como cantante, compositor, amigo y excelente persona”.
Tu hermano Miguel Ángel me platicó en alguna ocasión de los dotes histriónicos de Toncho Pilatos en el escenario, ¿Qué recuerdas?
“Tenerlo al frente era maravilloso, a mi me encantaba, aprendí mucho de él; recuerdo una tocada en Aguascalientes me dice: —“ Mundy “Blind Man” la voy a interpretar como un hombre ciego”—. Empezó la canción, él cerró los ojos desde principio a fin, de hecho desde que llegamos al teatro, empezaba a contar pasos, lo veía y me preguntaba ¿qué está haciendo?, contando pasos al frente y al lado. Los veía como estaba interpretado la canción, llegó el momento que se puso a gatas, iba a tientas, tocó mis botas, sintió dónde estaba y se ubicó donde estaba su flauta y su lugar, fue maravilloso todas las presentaciones con Toncho Pilatos fueron maravillosas”.
¿Dónde se presentaron?
“Con Toncho fueron tocadas en diferentes colonias, municipios, en Flavius fueron como dos o tres veces”.
“Ya cuando se fue Toncho a Guadalajara, retomamos nuestro demo que habíamos hecho, para grabar nuestro disco entonces ya nos metimos a grabarlo en serio, ya sacamos nuestro disco rojo, empezamos a tener tocadas, recorrimos la República, nos conocían empresarios, nos empezaron a llevar a varias partes y de esa forma nos pudimos conectar con diferentes grupos ya nos codeábamos, ya nos hablamos de tú”.
¿Cómo fue la relación con los grupos?
Los grupos que nos influenciaron desde chavos, ya los teníamos como amigos, aún lado de nosotros compartiendo el escenario; era algo que no nos la creíamos.
Entonces ya teniendo ese conecte decidimos hacer tocadas, no para lucrar, sino para que la gente de Puebla supiera más acerca de este movimiento, conociera más a los grupos que en ese momento no llegaban a Puebla, entonces decimos ser empresa y traer a todas las bandas que nosotros conocíamos y esas bandas traían otras bandas: Next nos trajo a Transmetal, Mara nos trajo a Next, era una cadenita.
Fueron muchas tocadas, muchas vivencias, ¿recuerdas alguna tocada emblemática?
Recuerdo la llegada de Luzbel por primera vez, siempre los invitamos a la casa antes de ir a la tocada, compartimos el taco, la cerveza; Huizar me sorprendió mucho; bien portado, muy serio, ¡pero aguas!, en el escenario se transformaba, era otra persona; recuerdo esa tocada por que fue cuando trajimos a Iconoclasta y a las Insólitas Imágenes de Aurora.
Las Insólitas Imágenes de Aurora no era el estándar de grupo que manejaban ¿Cómo surgió la idea?
Jerry Puig nos propuso hacer un maratón, un concierto grande donde trajimos más de veinte bandas, entre ellas venían las Insólitas, entonces nos relacionamos con todos y después las volvimos a traer por nuestra parte a varios pueblos, al Conelec.
Te voy a contar algo, porque yo admiro mucho a Saul y a los chicos de las Insólitas ; los traje al Conelec y el público era muy especial, querían escuchar los covers que tocábamos; Judas Priest, Iron Maiden, Scorpions, también tocábamos nuestras rolas para que las fueran conociendo; bien o mal la gente se identificaba con nosotros, siempre los prendíamos, trajimos bandas diferentes pero casi todos manejaban este mismo estilo, pero las Insólitas traían otra onda, muy parecido a lo que vienen tocando hoy, la banda no los aceptaba, los abucheaba. Sentía muy gacho porque, antes de la tocada ellos estaban en la casa, les hacíamos una entrevista, comíamos juntos, sentía muy gacho que se fueran con un mal sabor de boca: Marcovish cambiando cuerdas antes del concierto, se preparaban muy bien, eran muy profesionales, traían un estilo muy europeo, a mi me encantaban”
“Después de la tocada del CONELEC, me dicen; que si los podía encaminar a donde pudieran abordar el autobús, estaba como brisando, lloviendo leve, y le dije; por supuesto si, está aquí cerca, vámonos caminando, teníamos que pasar por la casa para llevarlos a la CAPU, me dice uno de ellos, no recuerdo quien: puedes regalarme uno de tus discos, subí a la casa por el disco, le quitó el sello y me dice: me lo puedes autografiar?. Wow un personaje de lo que es Caifanes me haya pedido un autógrafo, para mi es algo fabuloso, lo recuerdo con mucho afecto. ese día no vino Saul vino Bon el que toca con Los enemigos del silencio, tocó el bajo, lo hizo increíble".
No te pierdas la segunda parte de esta entrevista la siguiente semana
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