Ildefonso López/Subterráneos
A la memoria de Pedro Aguilar Casimiro
Puerto Escondido, Oaxaca, 20 de Enero de 2022. Los Yaps, celebran 33 de años de haber lanzado su primer éxito “Paquito”, pretexto para reunirse nuevamente después de muchos intentos, convocados por David Rodríguez “El Conejo o el Vikas”, nuevamente están Roger en la guitarra, El muerto en el Bajo y el Max en la batería y David “el Conejo” en la voz, en esta nueva etapa, su vocalista original prefirió quedarse en su proyecto “1, 2, 3, 4 Yaps”.
Los Yap’s es un grupo punk rock de San Bartolo Ameyalco, un pueblo originario de la Ciudad de México situado al sur del Desierto de Los Leones.
Tuvo sus orígenes desde finales de los 70, pero se consolida su formación en 1982, en plena época de los “Sex Panchitos” y las razzias policiacas. Iniciaron con Arturo Maya “El Mike” en la voz, Armando Maya en la batería, el “Goguis en el Bajo y David Rodríguez “el Conejo” en la guitarra . Todo cambió el día que escucharon a los “Ramones” por primera vez, se identificaron porque sentían que ese sonido tan orgánico estaba en su ADN, lejos del glamuroso sonido de grupos como Queen, Van Halen y todos los de época llenos de virtuosismos que ellos adolecían.
David Rodríguez, guitarrista y fundador nos comenta:
“Un buen día llegó Mike, con un disco de Los Ramones, además era buen estudiante, iba a la Universidad, sabía inglés y nos traducía las canciones, y fue ahí donde descubrimos que punk rock era nuestra forma de vida”
“Cuando conocimos a los Ramones empezamos a conocer a Clash, Sex Pistols, Damned, entre otros, no había muchas publicaciones, solo el “Conecte y Sonido”, tratamos de parecernos a los Ramones nos vestíamos igual, un día salió un póster de ellos en la revista Sonido, forré mi cuaderno y los chavos de la secundaria 105 nos decían: “ustedes tocan, ustedes son estos ¿verdad?.”
La banda empieza a hacer los primeros cambios, entra Juan Manuel Rodríguez el Muerto, a tocar el bajo que nunca uso el Goguis, porque no lo sabía tocar, posteriormente entra el Joy a la batería con más experiencia y se encarga de guiarlos musicalmente.
“Ahí empezamos a tocar, ya como grupo, Mike cantaba las canciones de los Ramones y Goguis cantaba la de los Sex Pistols, Clash, ahí se iban turnando.”
“Tocábamos puros covers, y nos empezó a caer trabajo, sobre todos para fiestas del barrio, hasta que un día Mike se desapareció con su novia, ya no supimos nada de él, Goguis se fue, Armando también solo nos dejó la batería, solo quedamos mi carnal, el muerto y yo”.
Pasan por la banda varios integrantes como el legendario “Sid Nico”, quien ya falleció, fue hasta 1985 con la llegada de Max y Florencio “El loco” y aprovechando su tonalidad de la voz, la banda dirigió más su sonido al estilo de “Los Ramones”.
David Rodríguez “el Conejo”, ya había escrito algunas canciones, pero todavía su público les exigía covers. Fue a la llegada de Pedro Aguilar Casimiro, como manager de la banda que las cosas cambiaron, es considerado por el Conejo como el mejor manager que tuvieron, ya que puso orden, administró de manera generosa para la banda, se compró equipo y se puedo grabar un Ep de seis canciones.
“Pedro iba a la Universidad, estudiaba administración, él decidía, cuánto gastábamos y cuánto ahorrábamos”
Para 1988, ya habían comprado equipo propio, entraron al estudio para grabar de forma independiente lo que sería su primer Ep, fue ahí donde coinciden y se hacen amigos de Arturo Meza, quien se va a vivir por esos rumbos a una cabaña dentro del bosque.
De este Ep surge su primer éxito “Paquito”, rola emblemática dentro de la banda Punk y no Punk, que les permite llegar a un público más amplio, desde estudiantes hasta el El Bar 9, también se presentaban con los del CLETA, en la Casa del Lago , llegaron a musicalizar algunas obras de teatro.
Con nostalgia David recuerda:
“Paquito nos abrió las puertas, esa rola hizo que la gente nos pusiera atención”
A pesar de que empezaron a haber muchas tocadas, nunca dejaron sus trabajos. Para 1990 David Rodríguez el Conejo, cansado de tanta fiesta decide darse un receso y tomar de manera formal su oficio de eléctrico automotriz, en su lugar entró otro amigo de la banda, el Roger.
David hace una reflexión:
“Pudimos haber vivido de la música, pero Pedro nuestro manager ya se había ido, Pedro hubiera sabido a dónde llevarnos, pero era más chico que nosotros y andábamos en el puro Rock and Roll, muchas veces no le hacíamos caso, hasta que un día se cansó y se fue”.
Antes de salirse David de la banda, todavía hizo una aportación, donde refleja su estado de ánimo, la cual grabó Roger en el disco “Muertos”.
En 1992 regresa nuevamente a su grupo, para hacer el disco “Crucificados por el Poder” al lado de Roger y sus demás compañeros, en estes disco empiezan las dificultades:
“Teníamos muchos problemas, por el título de las canciones, por la portada, lo peor vino con la firma con Denver, fue lo peor, a pesar de que ya teníamos éxito, no alcanzábamos a verlo, estábamos en pleno destrampe, no nos dimos cuenta, pero estuvo chido nos divertimos”
Por esa época llegó otro éxito, “1,2, 3, 4”, que el grupo de Hevy Metal Next, grabó, y se volvió indispensable para el slam más grande de México, ya sea por Yaps o Next; recuerdo que se recorría toda la banda a un extremo del auditorio del Conelec, para salir en una estampida al escuchar ¡1, 2, 3, 4! muchos no alcanzaban a llegar era la celebración máxima del punk.
Tuviste bastantes éxitos, hubo baladas muy chidas como “Recuerdo tuyo” y otras más ¿Las registraste?
“Cuando salí de la banda, Yaps entró a Denver, igual nunca registré mis canciones porque nunca pensé que iban a gustar, era solo una expresión, nunca nos propusimos crear éxitos. Cuando entraron a Denver, les pidieron un compositor, pero como no había, mi carnal “El muerto” en el disco del “País del Smog” aparece como compositor de todas las canciones.
Un miembro en discordia:
“Te comentaba hace rato, acerca de las imposiciones de nuestro manager Álvaro Detor el Toluco, iban desde el diseño de portadas, la elección de canciones y sobre todo la división del grupo”.
“En una ocasión nos dijo que “el Loco”, era la esencia del grupo, sin él los Yaps no son nada, esto ocasionó que despertaramos y empezáramos a preguntarnos ¿Qué habíamos hecho, que habíamos aportado?, partir de ese momento cada quien defendió sus aportaciones, hasta ese momento dejamos de ser uno solo, ya no era un trabajo colectivo”
“Hasta la fecha mucha gente cree que “El loco”, escribió las canciones, que él hacía todo por ser el cantante”
“Cuando estaba Pedro, todas nuestras borracheras salían del grupo, administraba chido, cuando se fue todo lo que ganábamos nos lo gastábamos, cuando llegó Álvaro Detor, tocábamos y tocábamos y no había ni para las cervezas, ni para diversión ni nada”
David siempre alzó la voz, en espera de que sus compañeros lo secundaran, pero nunca lo lograba, en su última grabación “Miseria y muerte”, el vocalista fijó su posición, prefería el Hardcore.
“Siempre nos distinguimos en nuestras canciones por hablar de nuestras vivencias, de nuestro entorno, pues vivimos en una comunidad rural, nos preocupa la naturaleza, que hablar de religión, anarquismos, no es parte de nosotros, ni nos paramos los pelos, nuestra vida es pasarla a gusto y trabajar, no tenemos por qué quedar bien con alguien”
“Lo que escribía ya no satisfacía al Loco, ni Álvaro Detor, este disco no era parte de nosotros, al final se grabó en los estudios Tequila de Gizmo Reza el baterista de Makina, fue un disco de Hardcore, fuera de nuestro estilo”
“En ese tiempo Álvaro Detor nos habló de una gira internacional, estábamos arreglando los papeles pero un día hubo una tocada por acá y el Muerto tuvo un problema con Álvaro, esto provocó que se saliera del grupo dejando a medias la grabación, Max también hizo lo mismo y se acabó el sueño de salir fuera del país. Nos quedamos solo el Loco y yo, por el compromiso que teníamos con Denver, entonces Álvaro nos puso a dos músicos; Pepe Le Pu y al señor Nico en la batería, ahí cambió todo el estilo, el disco terminó olvidado, yo creo que Álvaro quería hacer de nosotros lo que no pudo hacer con su banda.”
“A partir de esas desavenencias la banda perdió la cohesión que los había mantenido por mucho tiempo. Ya no fue lo mismo a pesar de que hubo gente interesada en reunirnos, nos ofrecían dinero, pero los intentos siempre fueron fallidos”.
“Mira el día que despertamos, ¡zas!, cada quien se dio cuenta quién era, ese día tronó todo, fue muy cruel, ya no pudimos recuperarnos”.
¿Cuántos años pasaron para que volvieran a retomar el camino, y darse cuenta de que eran amigos y que seguían compartiendo el mismo gusto?
“Veinticinco años, en ese tiempo nos reunimos tres o cuatro ocasiones, hubo ofertas de trabajo; nos decían cuánto quieren. Por cierto ni sabíamos cuánto costábamos, ni lo sé, lo cierto es que “El loco” ya no quiso, la banda quería ver a los cuatro, no a tres”.
“Tocamos en el 2016 en el Chopo, hubo buena respuesta, de ahí a Querétaro y volvimos a tronar”.
“Hace tres años, El muerto intentó reunirnos, habló con ambas partes, ya que había un evento en la fiesta del pueblo, el lugar se llenó, pero hubo incertidumbre porque el Loco nunca llegó a los ensayos”.
“Se planeó como dos meses antes, en mes y medio nunca se prestó al ensayo, fue bien cruel, fue un caos porque nosotros las tocamos a nuestra manera y él en su estilo más orientado al Hardcore. Al final me queda claro lo que mencionó; salió de Yaps porque no se sentía a gusto con nosotros y lo mismo digo”.
Cuando se desintegra Yaps forma su propia banda “Vikas de las Montañas”, con músicos que van y vienen, para el 2005 graba el disco “Un estado de Ánimo”, la banda también se llamaba de la misma manera, fue un disco dedicado a los Ramones.
A la vez tocaba con una banda de rock de los 60 llamada los Olmecas.
El segundo trabajo de Vikas de las Montañas, “Detrás de la atmósfera”, nos deja un testimonio de su madurez como compositor y músico.
Con la llegada de la pandemia, en el mes de abril “David Conejo Yaps” inicia un nuevo proyecto familiar:
“Los niños no tenían clases, se empezaron a meter a practicar con los instrumentos que hay en el estudio, un día me dijeron:-oye jefe después que sigue-. Me di cuenta que si habían puesto atención y así montamos 16 rolas, debutamos el 20 noviembre en Jalapa, nuestro mensaje es que la familia convivan con sus hijos creando ambientes que faciliten comunicación”
Los Terodatic´s son Evaristo en el bajo, Juan Antonio en la batería, Janis en la voz y por supuesto El Conejo Yaps en la guitarra, voz y dirección.
David nunca paró de hacer música, ni con la se separación de su banda ni con la pandemia, esto motivó a algunos antiguos integrantes de la banda:
“Un día llegó mi carnal el Muerto y dice vamos a juntarnos, vamos a festejar los treinta y tres años de Paquito, todos queremos tocar, Max quiere tocar, tú quieres tocar, yo quiero tocar, así que llamamos a Roger que es una parte muy importante para la banda, yo quiero cantar, a ver qué se siente, pero siempre he cantado, no en los escenarios, hasta que hice mi proyecto de Vikas de las Montañas”.
¿Creen que ya pasó mucho tiempo?
“En estos momentos parece que no ha pasado el tiempo, sentimos que es el mejor momento, tenemos la chispa y energía, pero sobre todo la amistad”.
¿Y qué hay de los derechos y del uso del nombre?
“Hasta ahora no nos la han hecho de emoción, Pedro era el único que nos pudo haber llevado por buen camino, en ordenar como es lo de derechos de autor y todo eso. Nosotros nos dedicamos a vivir y a tocar, no nos interesaba si una canción pegaba o no, no sabíamos ni cuánto teníamos que cobrar”.
¿Pensaron alguna vez que llegarían a tener éxito?
“No, nunca, nosotros no sabíamos que era un negocio, que se podía vivir de la música, porque sí es complicado tener que trabajar para asegurar lo de tu vida cotidiana y luego en la noche ensayar todo cansado”.
¿Usarán solo el nombre de Yaps?
“No, nos llamamos Yaps 20-21, pero este año 20-22. Empezamos a planearlo en septiembre y debutamos en diciembre, hay propuestas de tocadas, queremos grabar nuevas versiones ya con mi voz, va a ser de colección”
Hay planes para que este año se redite el primer Ep de la banda, esperemos que se cumplan sus expectativas.
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