Texto: Hugo Cabrera - Fotos: Patricia López / Subterráneos
*Una celebración que incluyó la propuesta musical de la Nación Comcáac, desde la tradición a la música actual.
Ciudad de México, 17 de julio, 2022. Sigue el contagio y creación de seguidores de La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, una banda que nació en 1985 y que el pasado sábado convocó a más de 100 mil personas en la plancha del zócalo de la CDMX, hospedando las propuestas musicales y discursivas de la Nación Comcáac.
La MVHQP presentaron un compendio de discursos de pueblos originarios y comunidades afrodescendientes de México, con una base musical de ska, nutrida de otros géneros como el mambo, el son, la cumbia y hasta el cha cha chá.
El diseño del concierto fue de alta precisión, todo comenzó con información en pantallas sobre los accesos y movilidad del sistema de transporte. En punto de las 18:00 horas, Roco fungió como maestro de ceremonias e inició un ritual mexica con saludo a los cuatro puntos cardinales. Siguieron las presentaciones musicales Comcáac y pasadas las 20:40 horas la MVHQP en un escenario magnífico que incluía pantallas gigantes, luces robóticas, fuego, bailarines e imágenes coloridas, junto con fondos de los paisajes de territorio Comcáac.
Presentación Comcáac
Abrió la jornada el abuelo Toro Canelo, danzante y cantor. Venerado y respetado por su conocimiento sobre la filosofía de la tribu. Además de haber habitado la Isla Tiburón, lugar del que emigraron para vivir en tierra firme, en los dos poblados que componen la Nación: Punta Chueca (Socaaix) y Desemboque.
Betsa Torres es una cantante tradicional, poseedora de una voz privilegiada, que conserva los cantos tradicionales. Hizo una selección de tres piezas que reflejan la relación con la naturaleza y cómo desde ahí explican la concepción del ser.
El dueto Azoj Canoj, compuesto por Brianda y Lizandro Romero, muestra la relación que tienen las nuevas generaciones con otros géneros como el pop o el folk. Lizandro es un músico creativo, que poco habla español, un guía musical. Brianda es la carismática y símbolo de la nueva generación Comcáac, enseña a otros niñ@s el ciique itom (lengua originaria) y compone desde su etapa adolescente (tiene 14 años). Dedicó una canción a su madre Irma Torres (una mujer conocedora de su cultura y que las incentiva al arte). Brianda integra también un grupo musical con otras niñas y ve en la música una posibilidad para conocer el mundo. Una presentación simbólica, ya que su escenario habitual es la playa, teniendo como fondo la Isla Tiburón. Su debut remitió al de Tracy Chapman, por su poder de revitalizar al folk.
Janeydi Molina es originaria del poblado de Desemboque, muestra el hip hop asimilado y alimentado desde su visión Comcáac. Algunas composiciones son propias y otras son cantos tradicionales adaptados al flow. Su estética es actual, no ocupa el traje tradicional, a diferencia de otr@s artistas de la comunidad.
Hamac Caziim (el fuego divino), banda que tiene como líder al Indio Molina, otro conocedor de su cultura, que habla poco en español y se dirige a la multitud en su lengua. Aquí el rock tiene su máxima expresión. Los Ramones junto al Death Metal, son una influencia. La banda lleva los cantos tradicionales de la comunidad a un alto nivel sonoro; agrupación muy querida en la Nación Comcáac, que hace bailar slam, y no fue la excepción en la gran plancha del zócalo. El público pudo ver a un Indio Molina moverse por todo el escenario, demostrando que sabe de lo que se trata hacer rock.
La Maldita
El encuentro de Roco, con los Comcáac se vio concretado en este concierto.
Dejando cuestionamiento en parte del público, sobre si llamarlo fusión musical y discursiva o apropiación de filosofías de pueblos originarios, algo que desde la cercanía se puede responder.
En los años de pandemia Roco tuvo diversas expediciones al desierto junto al videasta Leonardo Bondani y de a poco se han visto concretadas sus obras, tal fue el caso del estreno mundial de El canto de la cueva, un vídeo clip y canción junto a Hamac Caziim, que tiene como introducción un diálogo con Chapito Barnett (premio nacional de las artes).
La celebración ritual incluyó las canciones clásicas de La Maldita Vecindad y Los Hijos del Quinto Patio: "Paz y Baile", "Chacagua", "Música Guerrera", "Los Agachados". Una banda poderosa en ritmo y potenciada con melodías que se complementaron con las intervenciones de la saxofonista, María Elena Ríos (víctima de intento de feminicidio) y familiares de Sax (q.p.d.).
Un rito concierto que culminó con "Kumbala", mezclada con "La Boa", original de La Sonora Santanera.
“Regresen con bien a sus cantones” dijo Roco al final, algunos en las grandes urbes y otr@s el desierto, para seguir cuidando sus territorios.
Commentaires