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Efecto Bugambilia, hubo un tiempo de buenas intenciones

Hugo Cabrera/Subterráneos


*A principio de siglo, en la ciudad de Puebla, las bandas de rock independiente se unieron con la intención de mejorar sus condiciones de trabajo. Poco solidarios, desorganización y egos, encontraron en el camino


Puebla, Puebla; 18 de marzo 2021. En la Sierra Norte de Puebla se gestó poco antes del año 2000, una idea para conjuntar a las bandas de rock independiente, entre los propósitos, evitar que se dedicaran a tocar los llamados covers y fomentar las creaciones independientes. Emeterio Valderrábano, fue uno de los autores intelectuales, un estudiante que llegó a la ciudad de Puebla dispuesto a armar una banda de rock independiente, a la cual llamaría Famélica Carcoma, y compartir su filosofía de colectividad, producto de pláticas con músicos de otros países donde se consumía más la música original que las interpretaciones de otras bandas. A 20 años de que hubiera sucedido el movimiento organizativo de bandas independientes de rock poblano, al cual se le llamó Efecto Bugambilia, Emeterio, ahora un reconocido escultor, narra la experiencia de haber pretendido organizar a bandas como Ígnea, La Cándida Eréndira, Desstiempo, Adixxiones de María, entre otras.


El Inicio

“Fue el año 2000 cuando comenzó y creo que acabó como en el año 2007. Me considero co fundador. Recuerdo era socio de un bar ambulante que se ponía en las ferias en la sierra Norte de Puebla y previo, tuve un trabajo en Cancún, donde platicaba con amigos extranjeros del valor que se le daba a la música independiente en sus países. En ese bar ambulante queríamos meter música independiente y es entonces, al llegar a Puebla, ya tenía esa idea de organizar a las bandas para mejorar las condiciones en las que se creaba material original”, comenta Emeterio, asentado en algún lugar de Puebla, dedicado ahora a producir esculturas de gran formato y que pronto estrenará un documental de una de sus piezas, musicalizado por su antigua banda, Famélica Carcoma, quien se comunica a través de las redes sociales.


Las dificultades

“Recuerdo que sobre llevar los egos de los grupos más conocidos era complejo, a veces, siento yo, parecía que ellos pensaban se les hacía un favor, como que ellos se manejaban en un plan de que no necesitaban de los demás. También había contras con las bandas con menos tablas, era un rollo tratar de convencerlos de que las condiciones de trabajo podrían ser distintas. Recuerdo como nos (chamaqueaban), no nos pagaban nada en los bares, nos daban martes o miércoles para tocar. Al final mejoró un poco”.


Las bandas participantes

“Recuerdo como tres o cuatro etapas del Efecto Bugambilia, pasaron muchas bandas. Yo recuerdo más de 70, las tenía apuntadas pero ya ni sé. Recuerdo una junta en Casa de Cultura, había como 60 personas y eso que no iban todos los integrantes de las bandas. Recuerdo que dirigía la junta y como ya era frecuente que llegara mucha gente, un día bajaron los policías, pensaron que se estaba gestando un acto golpista (risas) y hubo ahí un pequeño conflicto. Ya después hicimos un oficio y ya hasta nos pusieron sillas, pero fue curioso”.


La distancia

(Los fatídicos festivales)

“A la distancia tengo un mar sabor de boca del cover, de las bandas que se dedican al cover, es complejo, algo que me quedo es que realmente hace falta perseverancia en muchos aspectos. Los festivales culturales que cambian de nombre de acuerdo a la gestión gubernamental en turno, y así pasa en muchos proyectos y eso repercute en los resultados o lo que se busca en cada proyecto.

“Perseverancia, llego a la conclusión de que creemos poco en lo que hacemos, no nos echamos para adelante, no nos motivamos para seguir”.


La experiencia

“Hubo un formato de concierto que llamamos Camaleón, hubo dos ediciones del mismo y hasta le pusimos fechas, se trataba de un concierto en el que participaban las bandas del Efecto Bugambilia y tocaban dos temas, uno de esos temas tenía que ser de otro grupo, del mismo Efecto, y se hacía por rifa. Fue muy interesante, era más para el disfrute del Colectivo, pero fue de los mas redituables en cuanto a ganancias, porque cobramos entrada, un concierto Camaleón fue en un foro y otro en una casa particular”.


La traición

“Una vez, en un Festival internacional, logramos que bandas del Efecto Bugambilia participaran, pero nos mandaron avisar días antes que no habría pago y nos pusieron en un lugar de poco tránsito de personas. Propusimos que no se tocara, y al final, cuatro bandas sí se presentaron. Me dejó muy decepcionado, porque de repente te das cuenta que trabajas por los demás, por beneficio de todos y no se valora. Pinches festivales, deberían darle entrada a lo que se hace en Puebla, ser una de sus obligaciones promover lo que se hace en Puebla, dignamente”.



El presente

“La escultura es demandante, he dejado de tocar, no tengo guitarra y estoy en planes con famélicos para hacer la música para un documental de una escultura que me llevó dos años y pronto saldrá.


“Aunque no conozco ya mucho de lo que sucede, hay algo que no tuvimos y son las redes sociales, es un circuito específico, con características que se pueden manejarse a favor, yo creo que suma mucho”.


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